lunes, 8 de junio de 2015

Bronco Gobernador: esperanza y dudas.


Foto By JEGomezV (Own work) 

El triunfo de Jaime Rodríguez Calderón, como todo tema visto desde una perspectiva objetiva, está cargado de claroscuros.

Aquí sólo unos cuantos que identifico yo:

  • Sienta un precedente importante en la vida democrática del país. Alguien puede aspirar a un cargo público sin la necesidad de pertenecer a un partido político y sin contar con los fondos destinados a los partidos.
  • Esa persona por décadas formó parte de un partido político y lleva menos de un año siendo “independiente”. También está el importantísimo tema de aclarar los fondos de su campaña.
  • Se impuso el voto de castigo y la voz tanto de insatisfacción como de incredulidad de la ciudadanía: no queremos perpetuar al PRI y no nos gusta ni creemos en el PAN.
  • Sin publicidad tradicional, entiéndase televisión y radio, un candidato logró el triunfo con un margen sumamente amplio. Incluso hubo en la televisión y radio (y hasta en nuestros teléfonos, maldita sea) ataques constantes a Jaime sin olvidar los lamentables actos de proselitismo alarmista que realizó un ex presidente.
  • Algunos medios electrónicos mostraron una clara tendencia a su favor desde hace varios meses.
  • La mafia de “Los Medina” precedida por Natividad González Parás parece haber perdido la protección de su status quo.
  • Jaime tiene antecedentes de despojo de tierra y endeudamiento importantes. No es un candidato que pueda presumir de no tener historial de corrupción.
  • Al no pertenecer a ningún partido, se enfrentará a un congreso local plagado de mafias partidistas y a una federación en la que el PRI ostenta el poder ¿representará eso un problema en el aspecto presupuestal?

¿Qué papel jugará Fernando Elizondo? ¿Quiénes serán los miembros de su gabinete? ¿Con quién habrá asumido compromisos? ¿Procederá en contra de los “aviadores”, corruptos y de “Los Medina? ¿Hará algo para combatir la impunidad? ¿Podrá lidiar con la deuda del Estado y administrar las finanzas públicas de forma adecuada? ¿Tendrá los suficientes conocimientos en administración pública?

Jaime llega a un Estado que fue golpeado muy seriamente por la inseguridad en el sexenio pasado mientras un gobernador tibio ni siquiera daba la cara al mismo tiempo que, como se ha mostrado en los últimos meses, aparentemente se enriquecía de forma descarada e ilegítima.

Aunque la gestión de Medina haya sido lamentable (siendo benévolos), “la vara” para Jaime no está baja sino todo lo contrario pues las expectativas para su mandato son muy elevadas porque ya sea como consecuencia de la molestia ciudadana o de que hayan creído en su proyecto de gobierno, la gente quiere que Jaime represente un hito no sólo en los resultados electorales (lo cual ya es) sino en la forma de dirigir al Estado, lo que es infinitamente más complicado. 

Discutir sobre si gozó de simpatía o se benefició de la antipatía que despiertan los otros partidos, es decir, si ganó “El Bronco” o perdieron el PRI y el PAN, pasa a segundo plano porque, desde ya, la pregunta alrededor de Jaime debe ser: ¿Es capaz de gobernar a un estado endeudado, inseguro, enfurecido y decepcionado? Tiene varios meses para comenzar a trabajar y tendrá seis años para respondernos. 

Independientemente de mis dudas (las cuales no perderé) y tal vez contagiado parcialmente por "Efecto Fox" que consiste en tener esperanzas basadas más en el deseo que en la realidad, espero por el bien de Nuevo León que Jaime tenga una buena gestión y haga un buen papel .

Adrián Ricardo Flores Lozano 2015. 


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